El porcentaje, las dudas y las formas correctas en español

La Real Academia presentó un recopilado que pretende responder todas las dudas que, en algún momento se presentan en la escritura de los porcentajes. 

 

A través de su Fundación Español Urgente, la RAE dio cátedras de escritura de los porcentajes y de cómo resolver las dudas más comunes al respecto.

Por ciento y porciento
Por ciento, en dos palabras y después de un numeral, es la locución adecuada para expresar porcentajes: el treinta por ciento; mientras que porciento, en una palabra, es un sustantivo, usado sobre todo en el español caribeño, equivalente a porcentaje: «Los trabajos conducentes a aumentar el porciento de vacunación continúan». No es adecuado, por tanto, emplear porciento tras un numeral: el treinta porciento.

Por ciento y por cien

La locución por ciento puede usarse con cualquier numeral (seis por ciento o noventa por ciento), mientras que únicamente es posible emplear por cien para expresar totalidad (cien por cien) y no es adecuado junto a ningún otro numeral: cincuenta por ciento, no cincuenta por cien.

Ciento por ciento, cien por cien, cien por ciento, no ciento por cien

La totalidad puede expresarse mediante las locuciones ciento por ciento (preferida en América), cien por cien (preferida en España) y cien por ciento, pero no es adecuada la secuencia ciento por cien.

Ocho por ciento y 8 por ciento

Tal como señala El buen uso del español, la locución por ciento puede escribirse después de palabras y de cifras: ocho por ciento y 8 por ciento.

Nueve por ciento, pero 90 %

Los porcentajes que corresponden a números inferiores a diez pueden escribirse con letras o cifras: nueve por ciento o 9 %; sin embargo, los porcentajes de números superiores a diez se escriben casi exclusivamente con cifras: 90 %, mejor que noventa por ciento. No es adecuado escribir en letras la cantidad seguida del símbolo de porcentaje: el quince %.

El símbolo %, separado

Cuando el porcentaje se escribe con el símbolo %, lo adecuado es dejar un espacio después de la cifra: 25 %, mejor que 25%. Además, se recomienda no separar en líneas de texto diferentes los elementos que integran la expresión de los porcentajes, se escriban con cifras o con palabras: veinte / por ciento, 20 / %.

Lectura del símbolo %

En un texto en el que aparece escrito un porcentaje con el símbolo % —en vez de con la locución por ciento—, este se lee por ciento. Únicamente puede leerse por cien en el caso de que se exprese totalidad: 100 %.

Entre el 30 y el 40 %

Si en una oración se coordinan dos porcentajes, lo habitual, salvo en documentos científico-técnicos, es colocar el símbolo solo tras la última cifra: entre el 30 y el 40 %. En los intervalos escritos con guion, lo más indicado es escribir únicamente el símbolo al final: 30-40 %.

Un 40 % y el 40 %

Delante de los porcentajes es correcto utilizar el artículo determinado, el indeterminado u otros determinantes: un 40 %, el 40 %, este 40 %… No es adecuado escribir la cantidad sin ningún determinante: «China ha contribuido en más de 30 por ciento al crecimiento económico global».

0,3 % o 0.3 %, no 0,3 por ciento o 0.3 por ciento
Los porcentajes decimales se escriben con cifras: «El superávit del sector servicios disminuyó un 4,5 % [o 4.5 %] en el segundo trimestre». Solo en textos de carácter financiero, administrativo o legal se escriben enteramente en letras: «Establécese para los haberes del mes de julio de 2019 un incremento salarial del 7,5 % (siete coma cinco por ciento)». No es incorrecto mezclar cifras y letras, pero es menos recomendable: «El índice sube un 0.3 por ciento tras las primeras operaciones del día».

Concordancia
Cuando el porcentaje va acompañado de un complemento del nombre en plural, el verbo puede concordar tanto en singular como en plural: «El 30 % de los encuestados afirmó/afirmaron que volverán a ir al colegio electoral»

Viejo Continente y otras expresiones con mayúsculas, ¿por qué?

La frase alternativa para referirse a Europa, Viejo Continente, se escribe con mayúsculas en ambas palabras. La Real Academia Española explica el motivo aplicado a este y otros casos.

Los sustantivos que forman parte de las denominaciones alternativas de carácter antonomástico que se utilizan para aludir a ciertos lugares como la Perla del Sur, la Capital Espiritual (Caacupé), La Madre de Ciudades (Asunción), es escriben con mayúsculas, según lo indica la Ortografía de la lengua española.

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Por lo tanto, decir que “Taylor Swift revoluciona los viajes a Europa coincidiendo con su gira The Eras Tour en el viejo continente” es incorrecto. Lo apropiado es utilizar las mayúsculas en Viejo Continente.

Lo mismo se aplica a el Nuevo Mundo (América), la Santa Sede (el Vaticano), que ingresan en la subcategoría de alternativas estilísticas y categoría principal de lugares, en el capítulo IV sobre uso de letras minúsculas y mayúsculas del citado libro.

En retórica, antonomasia es la sustitución de un nombre propio por una expresión, tal como Roma por “la Ciudad Eterna”, la Joya del Pacífico (Valparaíso), la Isla del Encanto (Puerto Rico), la Reina del Plata (Buenos Aires), la Llave del Golfo (Cuba).

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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Motu proprio, sus usos y errores habituales

La locución latina motu proprio es a veces utilizada de manera incorrecta, empujada por una costumbre del lenguaje hablado o por la escasa difusión de información al respecto. En Hoy Digital rompemos con ese esquema y le informamos cuáles son las indicaciones del español al respecto.

El diccionario de la máxima autoridad de la lengua castellana indica que, el significado literal motu proprio es ‘con movimiento propio’. Sin embargo, el sentido que se le da es el de ‘voluntariamente o por propia iniciativa’.

Agregar la preposición “de” a motu proprio, escribir propio en vez de proprio, decir motus en vez de motu son formas equivocadas de utilizar la locución latina motu proprio, según explica la Real Academia Española en su espacio de consultas semanales.

También en RAE: “Mijo”, ¿válido para acortar ‘mi hijo’?

Debe respetarse la forma latina proprio para el segundo elemento, y no sustituirla por el adjetivo español propio, advierten los académicos.

También recuerdan que es incorrecto su empleo con preposición antepuesta: como de o por “de motu proprio” o “por motu proprio”.

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“Mijo”, ¿válido para acortar ‘mi hijo’?

Las expresiones utilizadas coloquialmente para recortar ciertas frases, entre ellas, “mi hijo”, están sujetas a reglas del español, aunque la RAE viene mostrando mucha flexibilidad en sus adaptaciones. Entérese lo que dice respecto a este caso.

Las amalgamas son una confluencia de varias informaciones morfológicas o sintácticas en un solo segmento, según la definición del diccionario de la RAE.

La Real Academia Española señala que las formas: «m’hijo», «m’hija» son las válidas para este tipo de amalgamas, es decir, el acortamiento coloquial que se le hace a la frase “mi hijo”.

Sin embargo, el diccionario de americanismos registra las formas «mijo» y «mija» y las define como las que se usan para dirigirse a los hijos, a los amigos o compañeros y hasta los esposos o novios, según el contexto o el lugar.

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Estas formas aparecen como las más utilizadas en países de todo el continente americano. De hecho, la RAE reconoce que esas versiones circulan en esta zona y, con esta admisión, nuevamente aplica una flexibilización a las reglas originales, como ya lo hizo en cuantiosos otros casos, en los que termina cediendo bajo el concepto de “adaptación”.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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